Influenza
La influenza o gripe es una enfermedad viral de alta contagiosidad producida por los virus de la influenza que van mutando con el paso del tiempo. Es una enfermedad muy contagiosa y su periodo de incubación varía entre 1 y 3 días. La transmisión del virus se realiza a través de las secreciones respiratorias del paciente infectado. Entre los mecanismos de contagio los más importantes son la tos, el estornudo, los besos y el cuidado de un sujeto sano con las manos no higienizadas después de tocar secreciones respiratorias de un caso con influenza.
El sujeto infectado con el virus de la influenza es contagioso desde un día antes de comenzar los síntomas y mientras dura la enfermedad, usualmente alrededor de una semana.
¿Por qué se
produce?
Las personas que no se encuentren en un estado de
salud óptimo son especialmente susceptibles a adquirirla y a desarrollar
complicaciones posteriores.
Síntomas
Es un cuadro de inicio brusco con malestar general,
fiebre, calofríos, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares a los que
se suman síntomas respiratorios como coriza abundante (secreción nasal), puede
haber dolor de garganta y tos seca y luego productiva (que moviliza
secreciones).
Tratamiento
Como tratamiento sintomático se recomienda tomar
bastante líquido, paracetamol o ibuprofeno en caso de fiebre o mucho malestar
general.
El tratamiento específico del virus de la influenza consiste en el uso de antivirales (Tamiflu), los que deben ser prescritos por un médico.
Es importante tener en cuenta que la enfermedad puede complicarse especialmente en adultos mayores, niños pequeños y enfermos crónicos. Por eso es muy importante prevenir la influenza con la vacunación anual y adoptando cuidados de higiene, principalmente lavado de manos.
El tratamiento específico del virus de la influenza consiste en el uso de antivirales (Tamiflu), los que deben ser prescritos por un médico.
Es importante tener en cuenta que la enfermedad puede complicarse especialmente en adultos mayores, niños pequeños y enfermos crónicos. Por eso es muy importante prevenir la influenza con la vacunación anual y adoptando cuidados de higiene, principalmente lavado de manos.
Prevención.
La única y mejor forma de prevenir la
influenza es vacunarse todos los años, pero
los hábitos saludables como cubrirse la boca al toser y lavarse las manos
pueden ayudar a detener la proliferación de gérmenes y prevenir enfermedades
respiratorias como la influenza. Además existen los medicamentos antivirales para la
influenza que se pueden usar
para tratar y prevenir la influenza.
1. Evite el contacto directo.
Evite el contacto directo con personas que
estén enfermas. Si usted se encuentra enfermo, mantenga la distancia con otras
personas para evitar que ellos también se enfermen.
2. Guarde reposo en su hogar cuando esté
enfermo.
Si es posible, permanezca en su hogar,
escuela y evite hacer mandados cuando esté enfermo. Esto ayudará a evitar
contagiar la enfermedad a otros.
3. Cúbrase la boca y la nariz.
Cúbrase la boca y la nariz con un pañuelo al
toser o estornudar. Así podrá evitar que quienes se encuentren cerca se enfermen.
4. Lávese las manos.
Lavarse las manos con frecuencia lo ayudará a
protegerse contra los gérmenes. Si no se dispone de agua y jabón, utilice un
desinfectante para manos a base de alcohol.
5. Evite tocarse los ojos, la nariz o la
boca.
Los gérmenes a menudo se diseminan cuando una
persona toca algo que está contaminado con gérmenes y luego se toca los ojos,
la nariz o la boca.
6. Practique otros buenos hábitos de
salud.
Limpie y desinfecte las superficies de
contacto más comunes en el hogar, en el trabajo o en la escuela, especialmente
cuando alguien está enfermo. Duerma bien, manténgase activo físicamente,
controle su estrés, beba mucho líquido y coma alimentos nutritivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario